La resiliencia

Hola, ¿qué tal? ¿Cómo estás? Espero que todo vaya muy bien.

Te saluda Alex Ávalos y te doy la bienvenida a El Método Efectivo,

el podcast con ideas, experiencias y estrategias que te ayudarán a construir

tu propio camino y dar el siguiente paso hacia el negocio exitoso que querés crear.

¿Qué haces cuando perdes tu cliente más importante?

Ese que representa mucho porcentaje de tu facturación.

¿Qué haces cuando tu proveedor te queda mal justo en el lanzamiento?

¿Qué haces cuando trabajaste seis meses preparando el mejor producto y nadie lo compra?

Las respuestas que des a estas preguntas define si vas a sobrevivir como emprendedor o no.

Porque emprender no es solo tener buenas ideas, no es solo trabajar duro, no es solo ser disciplinado.

Emprender es también recibir golpes, muchos golpes, y levantarte cada vez.

todos hablan de tener una mentalidad ganadora

de ser positivos

de visualizar el éxito

pero nadie te prepara para el día a día

y nadie te prepara para ese día

en el que tu socio se va

para el mes que no entraron ventas

o para la campaña de marketing que te dejó a cero

resiliencia no es aguantar

Resiliencia es rebotar.

En este episodio te compartiré cómo construir esa capacidad de rebotar cuando todo parece estar cayéndose en pedazos.

Y cómo convertir los golpes en aprendizaje en lugar de un trauma o momentos duros.

Y además, vamos a ver cómo desarrollar una mentalidad que te haga más fuerte con cada fracaso.

Comencemos con la teoría.

Resiliencia no es algo con lo que naces, no es algo con lo que venimos de fábrica,

no es un talento especial que algunos tienen y otros no.

Resiliencia es una habilidad.

Y como toda habilidad, se puede aprender, se puede ejercitar y por supuesto se puede desarrollar.

Pero para desarrollarla, primero tenemos que ver qué es realmente y por supuesto entenderlo.

La Real Academia de la Lengua Española define resiliencia como la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversa.

Si lo traemos a los negocios, al emprendimiento, lo podríamos definir también como la capacidad de absorber un golpe, procesarlo, aprender de él y seguir adelante mejor preparado.

No es negar el dolor, no es fingir que todo está bien, no es decir actitud positiva cuando tu negocio se está cayendo.

No, es reconocer que te han dado, que te han golpeado.

Levantarte y usar ese golpe como información.

En los negocios debemos aprender a ser resilientes.

Y lo debemos aprender en tres dimensiones, en la emocional, operativa y estratégica.

Vamos a ver una a una.

Dimensión 1. Resiliencia emocional:

Esa es tu capacidad de manejar el estrés, la ansiedad y la frustración sin desmoronarte ni volverte loco.

Cuando perdés un cliente, por supuesto te vas a sentir mal. Es lo más normal. Pero no te quedas tres semanas tirado en la cama deprimido, sin siquiera levantarte y ya no volvés al trabajo en un mes.

Dimensión 2. Resiliencia operativa: Esta es tu capacidad de ajustar tu negocio cuando algo falla.

Cuando tu proveedor te queda mal, no te quedas paralizado, buscas cómo resolver.

Puede ser inmediatamente buscar otro proveedor, ajustar el plan y pivotas.

Dimensión 3. Resiliencia estratégica: Es tu capacidad de ver el panorama completo y no rendirte por una caída, por un error, por un mal rato y por un golpe.

Cuando tu producto no vende, no pensas, ¡guau, fracasé como emprendedor! Pensas, este producto en específico no funcionó, pero yo sigo en el juego.

La mayoría de emprendedores solo trabajan en la primera dimensión, la emocional, y se enfocan en mantenerse positivos.

Pero la verdadera resiliencia requiere de las tres dimensiones.

En la Universidad de Pennsylvania hicieron un estudio sobre resiliencia y descubrieron algo muy interesante.

Las personas resilientes no son las que evitan los problemas, son las que desarrollaron una narrativa diferente sobre esos problemas.

Es decir que en lugar de pensar, ¿por qué me pasa esto a mí?

Piensan, ¿qué puedo aprender de esto?

En lugar de pensar, estoy acá abajo, este es el fin.

Piensan, esto es un obstáculo y es temporal.

No es pensamiento positivo barato, no.

Es reformulación estratégica.

Carol Dweck, psicóloga de Stanford, lo llamó mentalidad de crecimiento.

Las personas con mentalidad de crecimiento ven los fracasos como oportunidades de aprender.

Las personas con mentalidad fija ven los fracasos como evidencia de que no son tan buenos.

Te pregunto, adivina de estos dos tipos de personas, ¿cuáles son las que construyen negocios exitosos?

¿Cuál crees?

Veamos en esta parte algunos casos de estudio.

Hablemos primero de Airbnb.

En 2008, Brian y Joe estaban en bancarrota.

No podían pagar su renta en San Francisco, pero tuvieron una idea, rentar colchones inflables en su apartamento durante una conferencia de diseño. En ese día ganaron mil dólares, suficiente para sobrevivir ese mes.

Intentaron con esta idea levantar capital y fueron rechazo tras rechazo.

Siete inversionistas directamente dijeron que no e incluso dijeron que su idea les parecía ridícula.

¿Quién va a dormir en la casa de un extraño?

Para sobrevivir, comenzaron a vender cajas de cereal personalizadas de Obama y McCain.

Durante las elecciones, sacaron el "Obama O's" y "Cap'n McCain's."

Ganaron con esto $30,000 vendiendo cereal.

Sí, cereal.

Y finalmente en el 2009, Y Combinator les dio una oportunidad.

Pero aún así, casi quiebran varias veces.

Ahora Airbnb vale más de 80 mil millones de dólares.

¿Qué creemos? ¿Resiliencia? Sí, definitivamente.

Absoluta, total, brutal.

Bueno, ahora hablemos, hablando de total y brutal, vamos con otro caso.

Rovio, o Rovio, la empresa detrás de Angry Beers.

Rovio lanzó 51 juegos antes de Angry Birds.

51, 50 más 1, todos un total fracaso.

La empresa estaba casi en quiebra.

Los fundadores estaban considerando cerrar, ya lo habían hablado.

Pero tenían entre manos el último intento

y decidieron hacer este último intento que tenía por nombre Angry Birds.

El juego explotó. Mil millones de descargas en las diferentes plataformas, película, mercancía, ahora un imperio.

¿Qué hubiera pasado si se hubiesen rendido en el juego número 50?

En este caso, para que lo vayamos evaluando, resiliencia es llegar al intento 52 y luego al 53.

cuando todos los demás se rinden al intento 1, 2 o 3.

Y con esto, del otro lado, tenemos a Blockbuster.

En el año 2000, Netflix le ofreció a Blockbuster comprar su empresa por 50 millones de dólares.

Blockbuster, por supuesto, se ofendieron y dijeron rotundamente que no.

E incluso se rieron y se burlaron de Netflix.

Cuando Netflix comenzó a crecer y consolidó la propuesta del video streaming,

Blockbuster intentó reaccionar, pero lanzaron su propio servicio de streaming muy tarde.

Demasiado tarde.

¿Por qué fracasaron?

porque no tuvieron la resiliencia para admitir que el mundo había cambiado y para aceptarlo.

Se aferraron a su viejo modelo de negocio hasta que fue demasiado tarde.

Resiliencia no es solo aguantar, no es solo estar ahí recibiendo golpes,

Pero tampoco es soltar.

Resiliencia es también saber en qué momento pivotar y en qué momento reinventarte.

Podríamos seguir hablando de más casos de éxitos de empresas mundialmente reconocidas,

pero también quiero compartirte en este episodio algo personal.

Mi primer negocio lo fundé en 1998 en el centro histórico de la ciudad de San Salvador.

Un local pequeño, pero en la entrada del centro comercial, un centro comercial con probabilidades de crecer, con negocios variados, pero atractivos tanto para el negocio local como para los extranjeros.

Nuestro negocio era una tienda de música. Nosotros vendíamos cassettes, vendíamos CDs, vendíamos LPs, long plays y ya se estaba viendo, se estaba poniendo bastante de moda las películas en formato DVD, ya luego vino el Blu-ray.

Pero en un inicio nosotros comenzamos única y exclusivamente con la música. Era lo nuestro. Teníamos diferentes proveedores y entre ellos contábamos con proveedores de Guatemala, contábamos con proveedores de Costa Rica, Sony Costa Rica, aunque posiblemente nos quedara más cerca Sony México, pero nos enviaban de Costa Rica.

y teníamos un catálogo amplio, muy amplio y de todos los géneros, incluyendo lo clásico más clásico, pero también la novedad, lo de moda.

En aquel entonces, como te estarás imaginando, no existía, no había ni siquiera la idea de algo como Spotify, como Apple Music, ni por cerca.

El tiempo fue pasando y el primer golpe que tuvimos fue Netflix.

Cuando Netflix lanzó su plataforma de streaming.

En ese momento, por supuesto, la Vox Populis decía que era una locura,

que era una tontería pagar por ver contenido que perfectamente podías conseguir libre gratis por internet.

Yo me hice usuario de Netflix. Me pareció a mí la propuesta muy interesante porque no dependía del formato físico, no dependía de tener en ese momento el DVD para poderlo ver en mi reproductor.

no dependía de las restricciones geográficas porque en el formato DVD no todo el catálogo nos venía a nosotros aquí a El Salvador

porque había parte del catálogo que era exclusivo para ciertas regiones y ciertos países.

Además también era un poco complicado con el tema de las traducciones y algunas películas por no traducir,

doblarlas al español latino simplemente no las traían.

Y si las comprabas fuera, el formato no correspondía a la región de los DVD del Salvador, por lo tanto no lo podías reproducir. Tu reproductor no lo leía. Tenías que tener un reproductor multiregión, que era mucho más caro. Y ya ves, me voy extendiendo y perdiendo.

El caso es que a mí me resultó curioso como cliente y claro, en un inicio el catálogo era muy pobre, pero la propuesta era interesante. A mí me pareció muy interesante. El poder, yo, el día, la hora que quiera, ver lo que yo quiera. Lo enciendo, lo pongo, le doy play y ya lo estoy viendo.

Tengo opción para ver diferentes idiomas y lo tengo aquí ya.

Series completas.

Películas, trilogías completas.

A mí me resultó la propuesta muy interesante.

Y comencé a hablar con el equipo, con los colaboradores, empleados, clientes

y por supuesto también con familiares y amigos que nos dedicábamos a lo mismo

sobre este nuevo formato del streaming.

¿Y qué se podía hacer para el streaming?

Claro, nosotros tendríamos que necesitar una máquina del tiempo para poder prever, pero en ese momento yo me puse a pensar, si esto se vuelve la norma, lo que yo vendo se va a volver obsoleto.

Y el primer paso para la obsolescencia fue que de los reproductores, tanto de carro como de equipos de sonido para casa, eliminaron el reproductor de cassette. Ese fue el primero.

Ya luego eliminaron el CD, el compact disc, para dar espacio al Bluetooth y al USB para el MP3 Player.

Entonces, claro, streaming por un lado, MP3 Player por otro, MP3.

Y claro, comenzaron a surgir en YouTube la posibilidad de subir música.

Y bueno, no me quiero extender, pero en el 2016 yo lo tuve claro.

Esto ya no.

Esto definitivamente ya no.

Yo me bajé del barco, ya me había medio bajado en el negocio, ya no estaba yo de día, ya había incursionado con otro emprendimiento que me absorbía todo.

tiempo pero tenía todavía mi local y en el local todavía mantenía yo el catálogo tenía yo bueno

iba a ser los inventarios tenía el control las ventas pago de empleados pero por supuesto lo

primero que se extinguió fue la venta por mayoreo y lo siguiente fue el detalle en la venta al detalle

pasaba el día completo sin ni una sola venta

¿por qué? era producto original

18, 20 dólares

promoción en 15 dólares

claro, con eso te pagas un mes de una plataforma de streaming

y solo es una película

definitivamente en el 2018

yo cerré el local

de hecho no lo cerré, cerré

sino que se los cedí a un familiar porque él tenía una intención de cambiar el rubro y reutilizar.

Entonces, teníamos ciertos tratos comerciales y yo en ese momento, con todo el dolor y el sentimiento,

decidí que la venta para mí de música en formato físico y también el video, el audio video, las películas en formato físico,

había llegado a su final.

Y el 2 de enero del 2019 decidí emprender online 24-7.

Algunos, mitad en broma, mitad en serio, me preguntaban si yo tenía una varita mágica para poder ver el futuro.

Y les dije que no. Y me lo dijeron otra vez con la pandemia, pero les dije que no.

Lo que sí, yo tenía claro que ya le había dado al formato físico y a la tienda de música y video muchos años.

Y habíamos llegado a hitos muy, muy importantes en el negocio, pero que no podíamos competir contra la nueva norma que se llamaba video streaming.

No podíamos competir con el audio bajo demanda, con el video bajo demanda.

Podríamos, tal vez, porque yo he visto ahora el formato físico, pero como algo para regalar, como algo vintage, como algo decorativo, como algo, pero no exactamente para reproducirlo, porque la gran mayoría de dispositivos ya no tenés donde reproducir un CD.

yo no vi el futuro

lo que hice fue aceptar

que se había llegado

a su final, yo acepté

en ese momento que ya no

habían por donde, ¿por qué?

porque ya no había reproductor

y sin reproductor la gente iba a dejar

de comprar el formato y al

bajar el volumen de venta

las empresas iban a dejar

de traer el producto porque

simplemente no les iba a tener

a cuenta

¿Varita mágica? Creo que no

Creo que fue aceptar y tener el valor de buscar algo diferente

Como me extendí en mi experiencia personal

Vamos a ir un poco, bastante rápido

Con este ejercicio

Porque quiero incluir en el episodio

Un espacio para que también vos podás aprovechar

Así que ahora viene tu turno en este ejercicio. Vas a poder aprender a construir el músculo de la resiliencia. Son varios pasos. Vamos rápido. Paso número uno. Auditoría de golpes. Escribí tres golpes, pero los tres golpes más duros que has recibido en tu emprendimiento.

El cliente perdido, el producto que fracasó, el socio que se fue, una posible demanda, lo que sea, escribilo.

Paso 2. Extracción del aprendizaje.

Por cada golpe, para cada golpe, responde estas tres preguntas.

¿Qué información nueva tengo que antes no tenía?

¿Qué puedo controlar diferente la próxima vez?

¿Qué fortaleza desarrollé al pasar por esto? Como te digo, no es una carrera. Si es necesario, ponele pausa, retrocede un poco, volve y repetí cuando lo tengas completo. Eso sí, yo te recomiendo el paso 1 y el paso 2. Pénsalo bien y hacelo con tiempo para que puedas aprovechar los siguientes pasos.

Paso 3. Reformulación. Para cada golpe, reescribí la historia. En lugar de fracasé con mi primer producto, escribí. Invertí seis meses en validar que ese mercado no era correcto. En lugar de perdí mi cliente más grande, escribí. Aprendí que depender de un solo cliente no es buena idea.

Cambiar la narrativa definitivamente cambia el impacto. Paso 4. Plan de contingencia. Escribí las tres cosas que podrían salir mal en tu negocio, lo que queda de este año y el próximo. Y para cada una escribí. Si esto pasa, voy a hacer esto. Dos puntos y lo escribís.

De hecho, vamos, no estás esperando que pasen.

Por supuesto, no estamos aquí de mal agüero.

Estás preparándote para que si pasan, no te paralices.

Tengas un punto de referencia para poder continuar.

Porque de preferencia, la resiliencia se construye antes del golpe y no después.

Emprender no es un camino recto.

¿Quién me iba a decir a mí en 1998 poniendo mi tienda de música

que en el 2027 te iba a compartir esto y que me iba a dedicar a trabajar en mi negocio en línea full time?

¿Quién me lo iba a decir?

Por eso te digo, no es un camino recto, es un camino lleno de baches, desvíos y obstáculos que no viste venir, que no se ven venir en un inicio.

Todos los emprendedores exitosos que admirás tienen algo en común, se han caído, se cayeron muchas veces.

La diferencia es que se levantaron una vez más de los que se cayeron y se dedicaron a otra cosa.

Es decir que no necesitas ser ni el más inteligente, no necesitas ser ni el más talentoso, no necesitas tener más recursos, simplemente necesitas ser el que no se rinde con criterio.

Vamos a cerrar ya el episodio y lo vamos a hacer con esta frase.

El éxito no es para los que nunca fracasan.

Es para los que fracasan y aún así siguen adelante.

Y con esto cerramos el episodio de hoy.

Yo ya hice mi parte.

Ahora te toca a vos.

Toma lo que has escuchado, adaptalo a tu realidad y ponete manos a la obra.

Si querés compartirme tu avance o tenés alguna duda, pregunta o comentario,

podés encontrarme en elmetodefectivo.org barra contacto.

Te espero en el próximo episodio.

Feliz lunes y excelente semana.

Salud.