¿Sabés qué es lo más difícil de conseguir en Latinoamérica? No es financiamiento, no es talento, no es tecnología. Lo más difícil de conseguir es el permiso para fracasar.
En Estados Unidos si no te arruinaste tres veces no sos nadie. Acá en Latinoamérica si fracasás una vez quedás marcado para siempre. Esta diferencia cultural nos ha costado generaciones de innovación y, por supuesto, muchos traumas en el camino.
En nuestra región, más de la mitad de los emprendedores sufrimos miedo al fracaso. Esto no es solo un número, es talento desperdiciado, innovación guardada en cajones, ideas que nunca van a ver la luz porque tenemos terror al “qué dirán”.
El problema no es fracasar. El problema es creer que fracasar significa que vos sos un fracaso. Son dos cosas completamente diferentes.
En este episodio te comparto la historia de Nono Ruiz y Laura Muñoz, los creadores de Chicfy, que se arruinaron con una deuda de casi 100,000 euros y después crearon la plataforma de moda de segunda mano más grande de España, que vendieron por 10 millones de dólares.
También te propongo un ejercicio práctico de cuatro pasos para hacer una auditoría de tus fracasos y convertirlos en “educación práctica”. Porque el fracaso no es lo opuesto al éxito, es parte del éxito.