Hola, ¿qué tal? ¿Cómo estás? Espero que todo vaya muy bien. Te saluda Alex Ávalos y te doy la
bienvenida a Web en Línea, el podcast que te enseña a elegir con criterio, desarrollar una
web potente y ponerla en producción siguiendo las buenas prácticas que garantizan el éxito.
¿Te acordás de los viejos tiempos cuando crear una web era así de simple?
Abrías tu notepad, escribías tu html, guardabas el archivo, te conectabas por ftp al servidor y
esperabas que subiera todo así, a vuelta de rueda, ¿no? Subir todos tus archivos pero con un internet
lentísimo. Pero bueno, luego de tanto esperar, listo, ahora ibas al navegador, entrabas en tu
web y ya estaba, online y funcionando. Todo en esa época era simple, directo y sin complicaciones.
Si no sos calvo, barbudo, cuarentón y no viviste esa época, quizás estarás pensando, "hombre Alex,
pero ¿que acaso no es así como funciona todo a día de hoy?" Y sí, fíjate, podríamos decir que sí y no.
Muchos estamos volviendo a los sitios estáticos y nos estamos alejando un poco de los CMS o estamos
desarrollando todo en local, luego hacemos build y publicamos. Porque hoy en día cuando escuchas a
alguien decir "voy a hacer deploy de mi web" o "he lanzado mi web" ya no están hablando sólo de subir
archivos, están hablando de algo mucho más complejo, mucho más profesional. Y este cambio, esa evolución
del ftp al hacer deploy, es de lo que vamos a hablar en este episodio. Y lo vamos a hacer en
tres puntos. El primero, la diferencia entre tener y desarrollar una web. El segundo, los pilares
básicos. Y el tercero, las buenas prácticas.
[Música]
Primer punto, la diferencia entre tener una web y desarrollar una web. Yo sé que puede sonarte a lo
mismo, pero no lo es. Tener una web es fácil. Hoy puedes ir a Wix, a Squarespace, a Webflow,
Framer, Card o a cualquier page builder como NicePage. Incluso los hosting te ofrecen un
constructor de webs, esto de arrastrar, soltar y publicar. Y ya alegremente en 20 minutos tenés
tu web. Ya está online, funciona. Felicidades. Incluso estaba viendo la publicidad de una
empresa de hosting, paréntesis, que justamente su claim es así. Uno, dos, online. Yo sé que
has visto ese anuncio. Pero desarrollar una web, eso es otra cosa. Es como la diferencia entre
comprarte un carro y ser un mecánico automotriz. Puedes comprarte un carro, manejarlo todos los
días de tu casa al trabajo, del trabajo a tu casa. Puedes llevarlo incluso a su mantenimiento mensual,
trimestral, semestral, anual, cuando toque. Perfecto. Tenés el carro, funciona. Pero si
sos mecánico, vos entendés que hay bajo el capón. Sabes incluso porque ese ruido no es normal.
Puedes diagnosticar problemas y puedes hasta optimizar el rendimiento si querés. Con las
webs es exactamente lo mismo. Tener una web es, la creaste, está online. Cumple su función básica
por la cual fue publicada. Desarrollar una web es, entender cómo funciona. Por qué tomaste esta
decisión y por qué no esta otra decisión técnica. Saber, entender cómo optimizarla, cómo mantenerla
y cómo escalarla cuando crezca y sea necesario. Y esto no significa que todos necesiten ser
developers, desarrolladores, para nada. De hecho, yo no lo soy. Pero sí significa que sí o sí
necesitas entender lo suficiente para tomar decisiones con criterio. Porque cuando sólo
tenés una web, pero no la desarrollaste con fundamento o criterio, te vas a encontrar con
problemas y no vas a tener ni la más remota idea de qué está pasando y cuál es el primer paso
para solucionarlo. La web es lenta y ni sabes por qué. Te hackean y no entiendes cómo pasó.
Quieres agregar una función y resulta que no se puede en tu plataforma. Quieres migrar a otro
hosting y te dicen, no se puede, no apareces en Google y ni siquiera sabes por qué. Todo esto
pasa cuando tenés una web, pero nunca la desarrollaste de verdad como debía de ser.
Segundo punto, los pilares básicos. Esto, por supuesto, no lo inventé yo. Es lo que el sector
y la industria, después de 30 años de picar piedra en internet, han determinado que es importante y
fundamental. Son cinco pilares, podrían ser diez, pero es un podcast y lo ideal es que, claro,
concentrarlo, digamos, con lo más básico y fundamental. Ya luego lo vamos a ir complicando
más adelante y vamos a ir desarrollando diferentes pilares en diferentes episodios. Pero comencemos
con estos cinco. ¿Por qué? Porque cada uno de ellos importan por igual. Pilar 1, el contenido.
Parece obvio, la verdad que sí, pero fíjate que no lo es, porque contenido no solo es escribir
algo en la página, no solo es poner texto para que se vea llenito o preguntarle a cualquier GPT
qué, bueno, pedirle, preguntarle, demandarle créame un contenido que enganche, que guste,
que tenga storytelling y hazlo al estilo de este mega crack de la escritura de los newsletter. No,
no es así, no es eso. Es tener una estructura lógica, es crear una jerarquía en la información
con llamadas a la acción claras, con copy que realmente conecte con tu audiencia, con contenido
que sea fácil tanto de mantener con el paso del tiempo como actualizarlo cuando sea necesario y
haga falta. Una web con mal contenido lo podemos entender tan fácil que es como un restaurante con
mala comida. Poco importa, de nada importa y no importa qué tan bonito sea el lugar si la comida
no es buena. Número 2, el diseño. Y aquí no hablo solo de que se vea bonito, de que se vea nice,
de que se vea estétic. Hablo de diseño funcional, que sea intuitivo, que el usuario sepa qué tiene
que hacer sin darle tanto pensamiento, que funcione bien tanto en el celular como en tablet,
como en el escritorio, que los colores tengan un contraste aceptable, bueno y que la tipografía
sea legible. El diseño es el puente entre tu proyecto y el usuario. Si falla, no va a haber
forma de conectar uno con el otro. 3. Funcionalidad. Tu web tiene que hacer lo que promete. Suena
básico. Yo sé que suena, es que suena tan obvio, pero no lo es tanto y te sorprenderías cuántas
webs realmente no funcionan bien. Formularios que no se envían, botones que no hacen nada,
links que tienen el numeral y en realidad están rotos, procesos de compra que se traban a medio
camino. Incluso lo recuerdo y me vale este episodio como recordatorio que dije que les
iba a escribir, pero hay un podcast que para poderte convertir en premium te lleva a un
enlace. Sabes qué es ese enlace? Lleva a un WordPress con error crítico. Por lo tanto,
aunque yo quiera apoyar el podcast, no lo puedo hacer. La funcionalidad es cumplir con lo que se
promete. 4. La seguridad. Esto no es opcional y punto. Y punto. No es opcional. Si tu web no es
segura, estás poniendo en peligro tu proyecto, tu marca, tu nombre, tu prestigio, tu servidor,
tu infraestructura, tu hosting y por supuesto a todos y cada uno de tus usuarios. Y no es sólo
"ah es que mi web es básica, a mí nadie me va a hackear si yo no soy nadie". No, no. Los bots no
discriminan. Atacan todo lo que se encuentran y un incidente puede destruir años de trabajo en
minutos. Por eso la seguridad se construye desde el día cero y no se añade para después. No es
algo que se tenga que dejar para el final. 5. El rendimiento. Tu web puede ser super nice,
bella, maravillosa, impactante, segura, funcional, pero si tarda más de un minuto en cargar,
bye bye. La gente no espera nada. Google no espera a nadie y tu competencia, lamento informarte,
que está a un clic de distancia. El rendimiento no es un lujo. Es un requisito primordial. Y
aquí viene un punto muy importante. Estos pilares, estos cinco pilares están interconectados. No
puedes tener una web profesional si sólo te enfocas en el diseño y te olvidas de la seguridad. No
puedes tener un buen contenido si tu web es lenta y nadie llega a leerlo. Y no puedes tener
funcionalidades si no pensaste en el diseño y en la experiencia que van a tener los usuarios
cuando llegan a tu web. Todo trabaja junto. Todo trabaja en conjunto. Por eso es importante en el
desarrollo web no sólo hacer una página bonita. Por eso es importante tomar en cuenta estos
pilares y aplicarlos desde el inicio. Y hemos llegado al tercer y último punto de este episodio.
Las buenas prácticas no son opcionales. Es muy común escuchar la frase, "Ah, pero es que mi
proyecto es pequeñito. No necesito todo eso. Ya cuando el proyecto crezca, ahí vemos." No.
Las buenas prácticas existen porque son lecciones aprendidas. Y son lecciones aprendidas de millones
de proyectos. Son lecciones aprendidas tras errores cometidos. Y son lecciones aprendidas
de éxitos comprobados. Son el resultado de alguien que hizo algo muy mal, que se equivocó,
perdió tiempo, perdió dinero y dijo, "Mira, yo te recomiendo hacerlo así." Ignorar las buenas
prácticas es como decidir que no vas a usar el cinturón de seguridad porque voy ahí no más. Voy
a la vuelta de la esquina. Claro, quizás no pase nada. Pero si pasa, vas a haber deseado haberlo
usado. No vamos a complicarnos porque ya llevamos más de 15 minutos en este episodio. No vamos a
complicarnos con cosas que requiera demasiado conocimiento, investigación profunda. Vamos a
comenzar con buenas prácticas básicas. Pero mira, son tan básicas que parece broma, pero no todo
mundo lo cumple. Buenas prácticas como usar HTTPS en lugar de HTTP, lo que significa que tenés que
tener correctamente configurado un certificado SSL, hacer backups y verificar que esos backups
funcionen. Validar los datos del usuario. Siempre confirmar y validar, no dar por hecho que es lo
que al parecer es. Optimizar las imágenes antes de publicarlas y por supuesto utilizar formatos
modernos como WebP. Documentar tu trabajo. Parece broma, pero tu yo de un mes, dentro de un mes,
dentro de seis meses, dentro de un año va a agradecer todo lo que hayas dejado documentado,
porque somos así y nuestro cerebro va borrando, va liberando cierta memoria RAM para poder
funcionar y guardar más. Y por último, testear antes de publicar. No sólo publicar porque nos
lleva a las prisas, sino que tener la conciencia plena que tenemos que invertir tiempo en verificar
todo y cada uno de los puntos antes de hacer el deploy. Estas parecieran, pero no son sugerencias,
son estándares. Y lo mejor, las buenas prácticas te ahorran tiempo a largo plazo. Las buenas
prácticas está bien para hoy, para mañana y para pasado mañana. Estás pagando un servicio que te
va a rendir buen fruto siempre. Y sí, yo lo sé, al principio pareciera que son un atraso, pero
cuando tenés que hacer un cambio, cuando algo se rompe, cuando querés escalar tu proyecto al
siguiente nivel, ahí vas a agradecer haber hecho las cosas bien desde el principio. Por lo que,
puedes construir rápido y mal o puedes construir con fundamento desde el inicio. Lo primero,
te va a dar resultados inmediatos, por supuesto, pero vas a tener problemas en un futuro. Y lo
segundo te da una base sólida que crece con vos. Y del FTP al deploy, mira, esa es la gran diferencia.
Antes subías archivos y esperabas que todo funcionara. Ahora haces deploy de un proyecto
que ya está testeado, optimizado, seguro, documentado y listo para crecer cuando sea
necesario. Y esta es la gran evolución dentro del desarrollo web. Y bueno, resumiendo lo que
hemos hablado en este episodio. Uno, tener una web no es lo mismo que desarrollar correctamente
una web. Una está online y la otra está pensada, construida y optimizada con criterio. Dos, los
cinco pilares de una web profesional, contenido, diseño, funcionalidad, seguridad y rendimiento,
no son opcionales. Todos importan y todos están conectados. Y tres, las buenas prácticas no son
para proyectos grandes. Son para cualquier proyecto que querés que realmente funcione.
Funcione bien y dure en el tiempo. En el próximo episodio vamos a meternos en la anatomía de una
web. Vamos a ver qué hay bajo el capó. Frontend, backend, servidores, dominios, DNS y todo ese
mundo que normalmente no ves, pero que hace que tu web realmente funcione. Y bueno, ya estamos
listos para el commit y hacer el push. Si tienes dudas o querés compartirme tu proyecto, me
encontrarás en webenlinea.org/contacto. Te espero en el próximo episodio.
Muchas gracias por acompañarme y muchas gracias por escuchar. Salú.
[Música]